martes, 17 de marzo de 2009

EN EL BARRIO MANRIQUE – MEDELLÍN – COLOMBIA


En el barrio Manrique de la ciudad de Medellín, capital del departamento de Antioquia, se encuentra emplazado un monumento a Carlos Gardel, en la Carrera 45, más conocida como Avenida Carlos Gardel.

Manrique es actualmente un grupo muy amplio de comunidades desarrolladas en torno al famoso barrio original del mismo nombre, epicentro de la afición antioqueña por el tango.

En su monumento, consistente en una estatua de cuerpo entero, realizada en bronce, donde el máximo cantor, insinúa un leve sonrisa, su mano izquierda permanece dentro del bolsillo del pantalón, que junto con la camisa, la corbata, el chaleco y el saco, lo muestra elegantemente vestido de smoking, mientras extiende, con el dedo pulgar separado, su mano derecha.

La estatua colocada sobre un pedestal, tiene a sus espaldas un muro donde se han colocado diversas placas en su homenaje. Una reja la protege de los vándalos y se ha puesto césped en los alrededores.

La idea de construir un monumento a Gardel en Medellín, se había iniciado a principios de la década del sesenta. En el Nº 153 de la Revista “Cantando” del 8 de marzo de 1960, se publica una nota donde se hace referencia a que en el Diario “El Colombiano” de Medellín, el periodista Carlos E. Serna ha recibido cartas de los lectores antioqueños que por medio de ese diario, ese año se levante un monumento a Carlos Gardel en Medellín, con el aporte del pueblo que tanto lo quiso. Por otra parte se solicita que esa tarea sea fiscalizada por la famosa “Banda del Tango”, un grupo de buenos coleccionistas de nuestro repertorio.


Finalmente sería en 1968 cuando el monumento fuera inaugurado, organizado por la Dirección de Relaciones Culturales del Ministerio de Relaciones Exteriores y la Organización de los Cafeteros de Colombia.

Por las crónicas de la época, sabemos que la delegación argentina que viajó especialmente invitada, contó con la presencia, entre muchos otros de Aníbal Troilo con su orquesta y su esposa Zita, Tito Lusiardo, Edmundo Rivero, el Cuarteto del Centenario, Enrique Dumas, Ángel Cárdenas, Alba Solís, Los Quilla Huasi, Enrique Duval, los bailarines Mirta y Gavito, Horacio Deval, Hilda Mayo, Alberto Podestá, Armando Moreno, Roberto Arrieta, Nicolás Cúcaro y la orquesta de Baffa Berlingieri, que resultó ganadora del Primer Festival de Tango en Medellín, realizado al mismo tiempo.

Con la presencia del embajador argentino, coronel Juan Francisco Guevara y del alcalde de Medellín, Dr. Ignacio Vélez Escobar, fue descubierta la estatua hecha por el escultor argentino Santiago Chierico, en el barrio Manrique, en la calle “Cuesta Abajo” (hoy Carrera 45, más conocida como Avenida Carlos Gardel). Bajo una lluvia persistente mientras el coronel Guevara habló de la hermandad argentino-colombina, del cariño de Medellín por el héroe caído, de la imagen esculpida donada por los cafeteros de Colombia, quedó descubierta la estatua de un Gardel de menuda estatura, con sonrisa aniñada, un perfil escaso de reciedumbre (según se lo concibe popularmente), una mano en el bolsillo y la otra, apoyada sobre el chaleco. Un coro entonó “Silencio” y mientras el pueblo callaba ahora, la lluvia era tan fuerte como la emoción popular. Con los brazos en alto, con palabra firme, a veces ronca, el coronel Guevara entregó la estatua al barrio Manrique.


Tito Reyes, entonces cantor de Troilo, expresaría años más tarde: “Con la orquesta de Aníbal Troilo hicimos muchos viajes, pero hubo uno que nos impactó profundamente, fue cuando viajamos a Medellín, Colombia para la inauguración de la estatua a Carlos Gardel. Fuimos invitados por el gobierno y componíamos una delegación argentina con las más importantes figuras del tango de la época. Viajamos en un avión del ejército. Para mí fue un verdadero viaje espiritual con la presencia espiritual de Carlitos y la de Pichuco como compañero en la aventura. La inauguración de la estatua, esculpida por un artista argentino, fue majestuosa, habló el presidente de Colombia y asistieron importantes figuras de todo el mundo. Fue en una gran plaza en el medio de una avenida. Cuando descubrieron la estatua con el gordo nos dimos un abrazo y se nos piantaron algunas lagrimitas, fue emocionante. Al otro día salí a pasear con Guillermo Barbieri, el hijo del guitarrista de mismo nombre que tocaba con Gardel. El me mostró un cofrecito que tenía guardado con tierra del aeropuerto sacada del lugar exacto donde cayó el avión en que se mataron Gardel y su padre. No resistí la tentación y también me llevé un poco de esa tierra que seguramente contiene un poco de Carlitos”.

En ese tiempo el pedestal de la escultura, mostraba la leyenda siguiente:




Según puede verse en la fotografía publicada por la Fundación Bataller en San Juan, con el siguiente texto: En 1969 se realizó el campeonato (de hockey sobre patines) Sudamericano en Medellín, Colombia. Argentina resultó sub campeona y fue el año en el que debutó el "Colita" Andino. Junto a un busto a Carlos Gardel ofrecido por los industrializadores de café colombiano en Argentina, aparecen Raúl Martinazzo, Robert Cardozo, Pancho Velázquez, Salomón, Rubén "Nichi" Moreno, Rodolfo Lombino, Santos Alvarez, Héctor "Pelado" Victoria y Mario "Cola" Andino. (Foto proporcionada por familia de Santos Alvarez).


Según se informa en "El Primer Diccionario Gardeliano", de autoría de José Barcia, Enriqueta Fulle y José Luis Macalli, en mayo de 1973 el monumento fue tirado abajo por la expresión del rostro, siendo repuesto por la Sociedad (Casa) Gardeliana de Medellín.

En el diario ABC de Madrid, también se informa al respecto


La estatua fue reemplazada, notándose principalmente la marcada diferencia de la mano derecha de Gardel, que en el monumento de 1968 se presenta apoyada en el chaleco, mientras que posteriormente se observa separada del mismo y ubicada más abajo, tal como puede observarse en la imagen siguiente.



También la placa del pedestal fue reemplazada por otra, según vemos en la siguiente imagen



Aunque no se indicó la fecha en que fuera reemplazada, sino que se mantuvo la del año 1968.



Todas las placas que se han ido colocando a través del tiempo en la pared ubicada detrás del monumento, han sido fotografiadas por la amiga Clara Koser pudiendo observarse en

Como vimos más arriba, el autor del monumento original fue el reconocido escultor Santiago Chierico, nacido en Buenos Aires el 6 de julio de 1891, donde falleciera el 24 de junio de 1974, exactamente 39 años más tarde que Carlos Gardel.

Se hizo acreedor de numerosos premios nacionales y provinciales, entre ellos el Primer Premio de la Comisión Nacional de Cultura, en el Salón Nacional de 1940 y desempeñó el cargo de Jefe de la Sección Escultura en la Escuela de Bellas Artes y de Artes Decorativas e Industriales de la Universidad Nacional de Tucumán. Es autor del libro “Escultura Argentina”, publicado en 1976 por la Editorial “El Hornero” de Buenos Aires.

Entre sus obras se destacan:
El Cristo de 33 metros de altura en el Cementerio Municipal de Laprida, Provincia de Buenos Aires, de 1936.
José de San Martín en Eduardo Castex, Provincia de La Pampa de 1936.
Domingo Faustino Sarmiento de 1938, en Ramos Mejia.
"La cautiva", hermosa composición en bronce emplazada en la plazoleta Vicente Bellini de la avenida Rivadavia 9200, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, de 1939.

El 16 de noviembre de 2000, la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, sancionó con fuerza de Ley con el nombre de "Santiago José Chierico" al espacio público limitado por las calles Miguel Santi, José León Suárez y Humaitá.

La profesora y artista plástica Aída Gaite, fundó la Escuela de Arte escultor Santiago Chierico, el 28 de octubre de 1961 en Zárate, Provincia de Buenos Aires.



PRESENTACIONES DE CARLOS GARDEL EN MEDELLIN

El 10 de junio de 1935 Gardel llega a Medellín. En su breve paso canta los tres días subsiguientes en el circo-teatro España, saludando también al público por los micrófonos de la emisora Ecos de la Montaña.



4 comentarios:

Anónimo dijo...

Es equivocado atribuir la autoría de la escultura de Gardel en Medellín a ningún escultor argentino.

El autor se llamaba Alfonso Góez, mi abuelo.

Les rogamos rectificar su información.

Walter Tamayo Góez. Medellín.

Alberto Rasore dijo...

No es como usted dice sino al contrario, pues se está atribuyendo el monumento original al escultor argentino Santiago Chierico.

Si usted se está refiriendo al segundo monumento, o sea el actual, con gusto agregaremos el nombre de su abuelo, una vez que nos haga llegar la documentación correspondiente que sustente que él fue el autor.

En caso contrario no podremos agregar a su abuelo, pues usted sabrá comprender que cualquiera puede escribir atribuyendo la autoría del monumento a determinado escultor.

Esperamos y agradecemos de antemano su interesante aporte.

Alberto Rasore

Walter Tamayo dijo...

Lógico, tengo las fotos.....mismas que le haré llegar con mucho gusto.

Mi abuelo es el autor DE LAS DOS esculturas, siendo innegable que la de mejor calidad fue la primera, destruída por vándalos.

Walter Tamayo Góez

Anónimo dijo...

Estamos a marzo 15 del 2014 y aún no se ven las supuestas fotografías... Creo que existe mucho charlatán. El tal Alfonso Góez no existe. Su información Don Alberto es la correcta.